Si hay algo que me gusta publicar son historias de exito de emprendedores. Esta os la puedo ofrecer gracias a cincodias, donde podeis leer el articulo completo, y es la de Molecor. Y si hay algo que me guste más, es que su pagina de inicio en la web sea en ingles. Tecnologia propia, ambicion de abrir nuevos mercados y espiritu de empresa. Con un par.
Ojalá cunda el ejemplo, que buena falta nos hace.
El producto de Molecor -tuberías de plástico para la canalización del agua- se conocía desde hacía 30 años, explican los socios. Pero el sector llevaba otros tantos sin introducir prácticamente ninguna innovación. Ignacio Muñoz, José Manuel Romero y Antonio Arena descubrieron un potencial nicho de mercado.
La empresa dio sus primeros pasos como un proyecto de I+D en 2006. La orientación de las moleculas de PVC , que esencialmente es un polímero amorfo, en el que las moléculas se encuentran dispuestas en direcciones aleatorias. Sin embargo, mediante un estiramiento del material y bajo unas determinadas condiciones de presión, temperatura y velocidad, es posible ordenar las moléculas del polímero en la misma dirección en la que se ha producido el estiramiento.
El proceso de orientación molecular mejora de forma notable las propiedades físicas y mecánicas del PVC otorgándole unas características excepcionales, sin alterar las ventajas y propiedades químicas del polímero original. Se obtiene así un plástico con unas insuperables cualidades de resistencia a la tracción y a la fatiga, flexibilidad y resistencia al impacto. El tubo perfecto
Así que un equipo de apenas seis personas se enclaustró en una pequeña nave de 400 metros cuadrados para construir un producto único: tubos de grandes diámetros de PVC orientado (y la tecnología para fabricarlos). Un arduo trabajo que resultó en un gran salto adelante en el tiempo.
La empresa cuenta con dos unidades de negocio muy complementarias entre sí, pero a la vez distintas: la venta de maquinaria que produce los tubos, y la de los propios tubos. Y cada una de ellas aporta aproximadamente la mitad de los recursos a la empresa.La tecnología española no es lo único que lleva a Molecor por el camino del éxito. "Tenemos un modelo distinto", justifica Arena, director de la unidad de tubos. "Cualquier otra empresa estaría preocupada en mantener la facturación que tenemos, mientras que nosotros estamos inmersos en la construcción de una planta nueva y en abrir nuevos mercados". Y a punto de abrir el de la India. "
Facturación. La firma ha ido in crescendo en lo que se refiere a los beneficios. En 2007 cerró con unos modestos 200.000 euros. Pero solo un año después, y con la crisis en pleno apogeo, se acercó al umbral psicológico del millón. En 2010, Molecor alcanzó los 7,7 millones. Y para 2011, la empresa espera llegar a los 14 millones. Una cifra que bien podría dispararse de cerrarse un acuerdo inminente en India."Estamos a punto de cerrar el contrato de nuestra vida", apunta Muñoz.
Plantilla.
Los trabajadores son el gran valor añadido de la empresa. De los 50 empleados que tienen en plantilla, 15 son ingenieros licenciados. Además, la firma le da una gran importancia a la preparación de sus empleados y a los idiomas. Toda una pequeña torre de Babel en la que se domina el inglés, el francés, el alemán, el ruso, el árabe y el portugués.
Exportación.
El mercado natural de esta pyme es el mundo entero. Y en él recoge el 85% de sus frutos -en forma de beneficios-. Europa Occidental, Oceanía, África, Latinoamérica... Exportan a destinos tan lejanos (y algunos tan exóticos) como Nueva Caledonia, la isla de San Martín o Haití.
jueves, 1 de septiembre de 2011
Pequeños gigantes. Molecor, un modelo a seguir
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