Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid me hago eco de esta noticia que aparece en este medio. Como se nota que soplan vientos de cambio, y todos se van posicionando para aprovechar la coyuntura.Llega el momento de pagar los excesos, y de devolver los favores? Veremos.
Los esfuerzos desplegados en
fecha reciente por Luis del Rivero, presidente de Sacyr, por entrevistarse con Mariano Rajoy
para intentar ganar el favor de un futuro Gobierno popular en la pelea
que mantiene por el control de Repsol, han resultado vanos. El líder
popular se ha negado a recibirle. En el punto de mira de las suspicacias
de Rajoy se encuentran también los presidentes de ACS, Florentino Pérez, y de Acciona, José Manuel Entrecanales.
Las prevenciones del líder popular ante los devaneos políticos de los grandes constructores son proverbiales. “Yo sé que éste [por Del Rivero] tiene a gente tocada en las filas del PSOE y, lo que es peor, también en las mías”, aseguraba en privado hace pocas semanas el propio Rajoy a un gran empresario del Ibex. No explicó qué quería decir con “tocada”, pero se sobreentiende. Para desgracia del de Sacyr, el gallego siempre ha puesto la entrada de Sacyr en Repsol como “ejemplo de los excesos” cometidos por los Gobiernos Zapatero en materia económico empresarial.
Inasequible al desánimo, Del Rivero, que durante años presidió en primera fila cualquier encuentro de tinte empresarial presidido por Zapatero, lleva meses apareciendo, también en primera fila, en los que tienen por protagonista a Rajoy. Así ocurrió en la reciente presentación, madrileño Hotel Castellana, del libro de “En Confianza” firmado por el candidato del PP a la Moncloa, presencia de provocó jocosos comentarios entre los reunidos. Allí estuvo también, en primera fila, José Manuel Entrecanales, el gran vencedor, en términos dinerarios, de la operación que supuso el pase de Endesa a manos de la pública italiana Enel.
Un episodio al que Rajoy y el propio PP se muestran especialmente sensibles. “Nuestra política en la materia es clara: defensa de la estabilidad societaria; de la españolidad de las empresas estratégicas, y de los intereses de los minoritarios”, señaló ayer a este diario un portavoz del PP. “Rajoy ha dado ya muestras de independencia suficientes como para saber que en éste, como en otros asuntos, hará lo que considere justo y conveniente para el interés general, y eso deben saberlo Del Rivero y el resto de los mortales”.
El papel de AznarPero Del Rivero no es hombre que arroje fácilmente la toalla. Si no ha podido ser con Ana Pastor, la ex ministra gallega (Gobierno Aznar) de la que el murciano se ha servido para tratar de llegar a Rajoy, según fuentes del propio PP, tal vez lo consiga con el ex presidente José María Aznar, a quien otras fuentes colocan estos días como animador lobbysta, por cuenta de Sacyr, ante el sindicato bancario con el que la constructora intenta renegociar el crédito –casi 5.000 millones de euros- que sirvió para adquirir el 20% de Repsol.
Aznar es, de lejos, la baza principal que también maneja Florentino Pérez para posicionarse ante la eventual llegada al poder de un Gobierno Rajoy. Como "asesor externo de la cúpula de Endesa" (300.000 euros anuales), Aznar se desempeña como "consultor" de Borja Prado, su presidente, y del grupo de presión gestado en torno al dúo Prado-Pérez, su gran amigo. En el entorno del presidente de Sacyr se encontraría también el propio yerno de Aznar, Alejandro Agag, así como el marido de la secretaria general del PP, Ignacio López del Hierro.
“Lo conozco de sobra desde mi época en Metrovacesa, naturalmente, pero no he hecho una sola gestión, ni una, para Del Rivero o Sacyr en el tema Repsol”, asegura el aludido. Un dirigente del PP que prefiere el anonimato señala, por su parte, que “Del Rivero ha intentado acercarse a Rajoy por tierra mar y aire, y no diría yo que no lo ha conseguido. En la lista está Ana Pastor, Miguel A. Cortés, Vicente M. Pujalte y muchos más. En realidad ha hablado con medio PP. Ya sabes cómo es…” Pastor ha desmentido también cualquier relación con Del Rivero: "Le conozco, como todo el mundo, pero no tengo nada que ver con el tema". Todo el mundo parece querer estar lejos ahora del empresario murciano.
“No se puede ocultar que Luis del Rivero y Aznar son muy amigos, hasta el punto de que el ex presidente ha asistido a todas las bodas de los hijos de Luis, pero de ahí a decir que esté trabajando para Sacyr media un abismo”, aseguraba ayer mismo una fuente cercana a la constructora. “En cuanto a López del Hierro es cierto que han tomado algún café, pero nada más. No se puede dar pábulo a las insidias interesadas que están circulando por Madrid estos días”.
Empresarios todos acostumbrados a hacer negocios a la sombra del poder político, el tiempo se acaba para los Del Rivero, Pérez y compañía. Particularmente difícil, por no decir imposible, se antoja la posición del murciano, cuya autoridad se cuestiona abiertamente en el propio Consejo de Administración de Sacyr, donde podría perder en fecha próxima la mayoría. El estruendo montado por Sacyr en torno a Repsol amaga con derrumbarse como un castillo de naipes.
Las prevenciones del líder popular ante los devaneos políticos de los grandes constructores son proverbiales. “Yo sé que éste [por Del Rivero] tiene a gente tocada en las filas del PSOE y, lo que es peor, también en las mías”, aseguraba en privado hace pocas semanas el propio Rajoy a un gran empresario del Ibex. No explicó qué quería decir con “tocada”, pero se sobreentiende. Para desgracia del de Sacyr, el gallego siempre ha puesto la entrada de Sacyr en Repsol como “ejemplo de los excesos” cometidos por los Gobiernos Zapatero en materia económico empresarial.
Inasequible al desánimo, Del Rivero, que durante años presidió en primera fila cualquier encuentro de tinte empresarial presidido por Zapatero, lleva meses apareciendo, también en primera fila, en los que tienen por protagonista a Rajoy. Así ocurrió en la reciente presentación, madrileño Hotel Castellana, del libro de “En Confianza” firmado por el candidato del PP a la Moncloa, presencia de provocó jocosos comentarios entre los reunidos. Allí estuvo también, en primera fila, José Manuel Entrecanales, el gran vencedor, en términos dinerarios, de la operación que supuso el pase de Endesa a manos de la pública italiana Enel.
Un episodio al que Rajoy y el propio PP se muestran especialmente sensibles. “Nuestra política en la materia es clara: defensa de la estabilidad societaria; de la españolidad de las empresas estratégicas, y de los intereses de los minoritarios”, señaló ayer a este diario un portavoz del PP. “Rajoy ha dado ya muestras de independencia suficientes como para saber que en éste, como en otros asuntos, hará lo que considere justo y conveniente para el interés general, y eso deben saberlo Del Rivero y el resto de los mortales”.
El papel de AznarPero Del Rivero no es hombre que arroje fácilmente la toalla. Si no ha podido ser con Ana Pastor, la ex ministra gallega (Gobierno Aznar) de la que el murciano se ha servido para tratar de llegar a Rajoy, según fuentes del propio PP, tal vez lo consiga con el ex presidente José María Aznar, a quien otras fuentes colocan estos días como animador lobbysta, por cuenta de Sacyr, ante el sindicato bancario con el que la constructora intenta renegociar el crédito –casi 5.000 millones de euros- que sirvió para adquirir el 20% de Repsol.
Aznar es, de lejos, la baza principal que también maneja Florentino Pérez para posicionarse ante la eventual llegada al poder de un Gobierno Rajoy. Como "asesor externo de la cúpula de Endesa" (300.000 euros anuales), Aznar se desempeña como "consultor" de Borja Prado, su presidente, y del grupo de presión gestado en torno al dúo Prado-Pérez, su gran amigo. En el entorno del presidente de Sacyr se encontraría también el propio yerno de Aznar, Alejandro Agag, así como el marido de la secretaria general del PP, Ignacio López del Hierro.
“Lo conozco de sobra desde mi época en Metrovacesa, naturalmente, pero no he hecho una sola gestión, ni una, para Del Rivero o Sacyr en el tema Repsol”, asegura el aludido. Un dirigente del PP que prefiere el anonimato señala, por su parte, que “Del Rivero ha intentado acercarse a Rajoy por tierra mar y aire, y no diría yo que no lo ha conseguido. En la lista está Ana Pastor, Miguel A. Cortés, Vicente M. Pujalte y muchos más. En realidad ha hablado con medio PP. Ya sabes cómo es…” Pastor ha desmentido también cualquier relación con Del Rivero: "Le conozco, como todo el mundo, pero no tengo nada que ver con el tema". Todo el mundo parece querer estar lejos ahora del empresario murciano.
“No se puede ocultar que Luis del Rivero y Aznar son muy amigos, hasta el punto de que el ex presidente ha asistido a todas las bodas de los hijos de Luis, pero de ahí a decir que esté trabajando para Sacyr media un abismo”, aseguraba ayer mismo una fuente cercana a la constructora. “En cuanto a López del Hierro es cierto que han tomado algún café, pero nada más. No se puede dar pábulo a las insidias interesadas que están circulando por Madrid estos días”.
Empresarios todos acostumbrados a hacer negocios a la sombra del poder político, el tiempo se acaba para los Del Rivero, Pérez y compañía. Particularmente difícil, por no decir imposible, se antoja la posición del murciano, cuya autoridad se cuestiona abiertamente en el propio Consejo de Administración de Sacyr, donde podría perder en fecha próxima la mayoría. El estruendo montado por Sacyr en torno a Repsol amaga con derrumbarse como un castillo de naipes.
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