Y no es al primero que le pasa factura su antigua empresa. Luis Portillo, Joaquín Rivero, y ahora Manuel Jové. A Enrique Bañuelos ya le han demandado alguna vez. Quien será el siguiente?
Que pensará Fernando Martín cuando vea fotos como esta?Cuatro años después, Martinsa-Fadesa vuelve a cruzarse en el camino de su fundador y antiguo propietario, el empresario gallego Manuel Jove. Los administradores concursales que tutelan la gestión la inmobiliaria, comprada por Fernando Martín en septiembre de 2006, han presentado una demanda contra el empresario gallego por administración desleal de la compañía, motivo por el cual reclaman una compensación de algo más de 100 millones de euros, según han confirmado a este diario fuentes jurídicas.
Los administradores concursales de Martinsa-Fadesa designados por el juez en el verano de 2008, es decir, Ángel Martín (KPMG), Antonio Moreno (Bankinter) y Antonia Magdaleno (Broseta Abogados), han presentado una demanda contra Manuel Jove y el último consejero delegado bajo su mandato, Antonio de la Morena, para pedir daños y perjuicios por la compra que la inmobiliaria hizo de unos terrenos en México propiedad del promotor de La Coruña, por los que éste aún no ha cobrado, al entender que en su momento se fijó un precio mayor al de su valor real.
La acción judicial contra Manuel Jove llega meses después, casualmente, de que el fundador de Fadesa reclamara por vía judicial el cumplimiento del pago por los activos mexicanos, ubicados en Baja California, que vendió por 118 millones de euros al mismo tiempo que su participación del 54% en la inmobiliaria. Precisamente, las dificultades financieras de Martinsa-Fadesa antes de declararse en concurso habían impedido a Fernando Martín cumplir con los plazos fijados en su momento, por lo que sólo llegó a pagar cerca de un 15%.
Manuel Jove era propietario a titulo personal de unos terrenos en México mucho antes de que Fadesa adquiriera plena dimensión internacional. De acuerdo con fuentes financieras, la inmobiliaria desestimó la adquisición de esos activos cuando Morgan Stanley era su accionista, justo antes de la salida a bolsa, motivo por el que el empresario gallego asumió la inversión a título personal. Una vez cotizada y antes de que fueran integrados en la compañía, llegó la puja entre Martín (Martinsa) y Bañuelos (Astroc) por hacerse con Fadesa.
En el acuerdo final de venta de Fadesa, el comprador aceptó la inclusión de los activos en cuestión, mientras que Jove se quedó con otros no deseados por Martín, como el Parque Warner de Madrid, a quien además recompró posteriormente un lote de seis hoteles por 140 millones. El precio fijado entonces (118 millones) no fue objeto de discusión más tarde, como en el momento del estreno bursátil de la fusionada Martinsa-Fadesa, a mediados de 2007, o en una tasación posterior de Richard Ellis, que valoró los activos en 130 millones.
La revancha de los tribunales
Ahora, cuatro años más tarde, poco antes de que los administradores concursales concluyan su mandato, Martinsa-Fadesa ha visto la oportunidad de reclamar esta cuantía después de concluir que el valor real de los terrenos de México en la actualidad es de 9 millones de euros. Por este motivo, acusan a los antiguos gestores de administración desleal, sin cuestionar si la responsabilidad del precio presuntamente inadecuado fue del comprador, que luego trasladó el apalancamiento de la operación a la inmobiliaria resultante.
En aquellos momentos, mediados de 2006, nadie cuestionó la venta de Fadesa ni el futuro del negocio inmobiliario. Tampoco la CNMV, por tratarse de una compañía cotizada, puso objeciones jurídicas a las condiciones de la transacción. Todos parecían contentos: Jove por embolsarse más de 2.000 millones de euros; Martín por convertirse en uno de los nuevos reyes del ladrillo. Sin embargo, Martinsa tardó menos de un año en comprobar cómo era responsable de una deuda mil millonaria en un negocio que se desplomaba a pasos agigantados.
Tras llevar a cabo un proceso de refinanciación tortuoso, con tintes políticos de por medio, pues coincidió con el proceso electoral de las Generales celebradas en la primavera de 2008, Fernando Martín no pudo evitar ser el protagonista del mayor concurso de acreedores de España. Desde entonces, además de luchar por darla vuelta a la situación de la compañía, el promotor natural de Valladolid ha mantenido viva la esperanza de poder demostrar en los tribunales que fue engañado en la compra de Fadesa.
La actuación que ahora lleva a cabo Martinsa-Fadesa la han puesto en marcha otras inmobiliarias con sus antiguos propietarios. Ocurrió hace poco más de un año con la actual Colonial, controlada por los bancos, que anunció la puesta en marcha de acciones legales contra Luis Portillo. Mas recientemente, Metrovacesa ha seguido los mismos pasos con su antiguo presidente Joaquín Rivero, aunque en ningún caso reclaman cantidades tan elevadas como Fernando Martín a Manuel Jove. Están en juego más de 100 millones de euros.
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