La dirección del Grupo Ros Casares, dedicado a la tranformación y distribución de productos siderúrgicos, maquinaria, suministro industrial y ferralla, ha alcanzado un acuerdo con los sindicatos para sustituir el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de extinción por otro de carácter temporal, que supondrá la suspensión por un plazo de 180 días para recolocar a los 15 trabajadores afectados en otros centros del grupo, según ha publicado Europa Press. El nuevo ERE incluirá además unas primas para compensar las pérdidas adquisitivas que sufrirán estos trabajadores afectados. El acuerdo adoptado el pasado 2 de febrero permitirá evitar siete despidos en la división de Puçol (Valencia), de ferralla; otros siete en el centro de suministros de Xirivella (Valencia) y uno más en el de comercio de metal de Almussafes (Valencia), según informó a Europa Press el delegado de personal de CGT en el centro de Puçol, Alberto García.
El representante sindical explicó además que el "argumento para forzar esas recolocaciones" fue la denuncia que interpuso el sindicato el 17 de enero ante la inspección de trabajo por las 1.634 horas extraordinarias contabilizadas entre 2009 y 2010, retribuidas como prima de producción en el recibo de salarios, después de que la compañía presentara un ERE de extinción "por causas productivas". En concreto, la dirección del Grupo Ros Casares comunicó el pasado diciembre a los representantes de los trabajadores que había presentado un ERE de extinción por causas productivas que afectaba a 16 trabajadores porque había sufrido pérdidas en algunos centros de trabajo durante 2009 y 2010. Ya en julio de 2009, el grupo había aprobado otra regulación temporal en sus plantas de Vitoria (Júndiz I y II y Al Gobeo). La suspensión, que afectaría a unos 95 trabajadores de un total de 170, se extendería durante 116 días a partir del 1 de julio hasta finales de junio de 2010. El grupo justificó la medida debido a la fuerte caída de su producción, en torno a un 40% respecto al año anterior. No obstante y según se hizo eco la prensa local, también se rescindió el contrato de ocho trabajadores.
En estas circunstancias, el grupo mantiene también en espera el proyecto de la nueva fábrica de Sagunto que, gestionada por la filial Brava Steel, preveía poner en marcha a finales de 2009, tras una inversión de 442 M.Grupo Ros Casares consolidó ingresos de 299,34 M en 2009, casi un 60% menos respecto a los 691,36 M que registró un año antes Este retraso y sobre la solicitud del grupo a la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) de la suspensión de las obligaciones y derechos que había contraído tras la concesión para la construcción de un muelle de entrada y salida de acero para dicha planta, podría suponer el traslado del proyecto a una nueva ubicación. .
El representante sindical explicó además que el "argumento para forzar esas recolocaciones" fue la denuncia que interpuso el sindicato el 17 de enero ante la inspección de trabajo por las 1.634 horas extraordinarias contabilizadas entre 2009 y 2010, retribuidas como prima de producción en el recibo de salarios, después de que la compañía presentara un ERE de extinción "por causas productivas". En concreto, la dirección del Grupo Ros Casares comunicó el pasado diciembre a los representantes de los trabajadores que había presentado un ERE de extinción por causas productivas que afectaba a 16 trabajadores porque había sufrido pérdidas en algunos centros de trabajo durante 2009 y 2010. Ya en julio de 2009, el grupo había aprobado otra regulación temporal en sus plantas de Vitoria (Júndiz I y II y Al Gobeo). La suspensión, que afectaría a unos 95 trabajadores de un total de 170, se extendería durante 116 días a partir del 1 de julio hasta finales de junio de 2010. El grupo justificó la medida debido a la fuerte caída de su producción, en torno a un 40% respecto al año anterior. No obstante y según se hizo eco la prensa local, también se rescindió el contrato de ocho trabajadores.
En estas circunstancias, el grupo mantiene también en espera el proyecto de la nueva fábrica de Sagunto que, gestionada por la filial Brava Steel, preveía poner en marcha a finales de 2009, tras una inversión de 442 M.Grupo Ros Casares consolidó ingresos de 299,34 M en 2009, casi un 60% menos respecto a los 691,36 M que registró un año antes Este retraso y sobre la solicitud del grupo a la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) de la suspensión de las obligaciones y derechos que había contraído tras la concesión para la construcción de un muelle de entrada y salida de acero para dicha planta, podría suponer el traslado del proyecto a una nueva ubicación. .
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