Esta noticia aparece en el faro de vigo, y sinceramente me deja un sabor agridulce. Por una parte es una buena noticia que los trabajadores defiendan su puesto de trabajo, implicándose en la empresa hasta el punto de adquirirla y reservar un porcentaje de sus salarios para su capitalización, pero es una empresa arriesgada por varios motivos, dado la situación del sector de la obra publica en España, los márgenes de beneficio con los que se trabaja actualmente, que el administrador concursal va a vigilar, y por los entre 30 y 40 millones de euros de carga hipotecaria (que tendran alguna más) que arrastra las factorias. Y con ese millón y medio de euros de capitalización que consiguen para dos/tres años y tres factorias de prefabricados es poco, considerando los plazos de pago de la Administración, que se pasan la ley de morosidad por donde no os voy a decir ahora mismo. Que tengan mucha suerte, que tristemente les va a hacer mucha falta.
La asamblea de trabajadores del Grupo Castelo aprobó ayer en Porriño reservar un 10% de su salario durante los próximos dos o tres años para capitalizar la sociedad anónima laboral (SAL) con la que quieren comprar las plantas de Porriño, Coirós y Ocaña (Toledo). Los más de 160 empleados que se han anotado a la SAL calculan con esta medida alcanzar un capital social de 1,5 millones de euros. El conselleiro de Industria, Javier Guerra, se comprometió hace dos semanas a colaborar con la plantilla facilitando circulante para las futuras operaciones.
Trabajadores de los centros de Porriño y Coirós (en A Coruña) mantuvieron ayer una reunión en Porriño, organizada por MCA UGT, para analizar la situación en la que se encuentran las negociaciones. La plantilla optó por la constitución de una SAL el pasado febrero como única vía para mantener sus puestos de trabajo y hacerse con las tres plantas más rentables del grupo Castelo, en concurso de acreedores al no haber sido capaz de llegar a un acuerdo con los bancos el año pasado. Esta compañía se dedica a la producción de prefabricados de hormigón.
Fuentes próximas a las negociaciones señalaron a FARO que la carga hipotecaria de las tres factorías a las que aspira la plantilla ronda entre los 30 y 40 millones de euros. Según el plan diseñado por los trabajadores, estos mantendrían sus actuales derechos laborales en la SAL y reservarían el 10% de sus futuros sueldos para capitalizar la sociedad. Hasta el momento, algo más de 160 empleados ya han dado el visto bueno a la SAL, pero el número podría aumentar. El plazo para apuntarse o borrarse de la SAL acaba el próximo 10 de enero.
La plantilla cuenta además con el respaldo de la Consellería de Economía e Industria y el alcalde de Porriño. "Valoramos el compromiso del conselleiro con los trabajadores, y esperamos que cumpla con lo dicho", afirmó Diego Atanes, secretario comarcal de MCA-UGT.
Los trabajadores de Castelo argumentan que la SAL es la única posibilidad de evitar la liquidación de la empresa, ya que está descartado que los antiguos administradores puedan alcanzar un acuerdo con las entidades financieras acreedores. Castelo es una de las firmas del emporio fundado por Pérez Leirós y que da trabajo a más de 300 personas en Galicia.
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