Aparece en Expansión esta noticia, lógica por otra parte, si consideramos que el grupo Alfonso Gallardo refinanció su deuda a primeros de año y que en Junio reaviva el proyecto de su refinería en Los Santos de Maimona. Salgamos de un sector dificil y vayamos a otro en mejor situación, aunque el grupo lo llama potenciar sus actividades de mayor valor añadido. Y parece que hay plusvalía, de unos 82 millones de euros, si los números de expansión son correctos.
Una negociación sigilosa. El anuncio ayer de que Alfonso Gallardo se ha desprendido de uno de los buques insignia de su grupo empresarial sorprendió.
Una negociación sigilosa. El anuncio ayer de que Alfonso Gallardo se ha desprendido de uno de los buques insignia de su grupo empresarial sorprendió.
Mediante una nota anunció que ha alcanzado un acuerdo para la transmisión de Cementos Balboa, la industria que tiene en Alconera, muy cerca de Zafra. En 2008 era la undécima empresa extremeña por volumen de facturación. El comprador es el gigante multinacional brasileño Companhia Siderúrgica Nacional (CSN).
En el paquete también entran las acerías Corrugados Azpeitia y Corrugados Lasao, ubicadas ambas en Guipúzcoa.
El empresario de Jerez de los Caballeros se desprende de las tres firmas a cambio de 382 millones de euros, que servirán para «reforzar la posición financiera del Grupo Gallardo de cara a superar la situación actual de crisis y de cara a su expansión futura».
Es decir, este dinero servirá para aliviar una parte muy importante de la deuda que actualmente tiene el conglomerado empresarial. Además, varias empresas del grupo han tenido que recurrir a expedientes de regulación de empleo en sus plantillas, como Siderúrgica Balboa y Alfonso Gallardo S. A.
Asimismo, el grupo jerezano también asegura que la operación supone un paso adelante en su estrategia «para potenciar sus actividades de mayor valor añadido dentro del ámbito siderúrgico».
Aunque es firme, el acuerdo debe ser confirmado tras el actual periodo de 'due diligence'. Bajo este término anglosajón no se esconde otra cosa que una auditoría exhaustiva de los activos que son objeto de la operación. Gracias a él, el comprador se asegura de que va a adquirir realmente lo que el vendedor le está ofreciendo.
Este mecanismo suele llegar a buen puerto, pero no siempre. No hay más que recordar que el propio Alfonso Gallardo rompió el acuerdo que tenía para comprar el Grupo Zeta de comunicación tras una 'due diligence' fallida. En todo caso, las partes esperan cerrar la venta durante el primer trimestre del año que viene.
Cementos Balboa comenzó a funcionar en 2005 y tiene la capacidad para producir 1,4 millones de toneladas de cemento y 1,1 de clinker, que es uno de los principales componentes del cemento. La inversión fue de 120 millones de euros y actualmente tiene del orden de 120 trabajadores, la mayoría de ellos del cercano Alconera.
Por el momento, los trabajadores no han tenido información directa hasta ayer. Así lo asegura Mateo Guerra, secretario regional de la Federación de Construcción de Comisiones Obreras, la organización con más representación en esta empresa. Asegura que, a pesar de sus requerimientos, Gallardo no les ha dado información sobre el estado de las negociaciones. Esta falta de datos hace que la incertidumbre sea la sensación dominante entre la plantilla. Destacó la preocupación de su sindicato respecto al mantenimiento del empleo, por lo que pidió a la Junta que sea vigilante. También expresó su temor de que la venta suponga que la empresa deje de pagar sus impuestos aquí.
Condiciones
Pero, por otro lado, Guerra también ve posibles aspectos positivos de esta operación. Por ejemplo, recuerda que recientemente CSN ha adquirido otra cementera y las condiciones laborales de sus trabajadores son mejores que las de los extremeños. Por las referencias que tiene, se trata de un grupo solvente que podría ampliar el proyecto.
Las otras dos empresas objeto de esta operación fueron adquiridas por el empresario jerezano en el año 2005 junto a Corrugados Getafe. En ese momento se habló de que las tres costaron 300 millones de euros y el vendedor fue la multinacional Arcelor.
Con esta operación, el grupo se situó como el principal productor nacional de acero corrugado. Son esas barras con estrías que sirven de 'esqueleto' para fraguar luego estructuras de hormigón.
Corrugados Azpeitia se centra en fabricar barras de acero y tiene una capacidad de producción de 1,1 millones de toneladas. Cuenta con unos 450 trabajadores.
Mientras tanto, Corrugados Lasao se dedica a elaborar mallas electrosoldadas, de las que puede hacer 200.000 toneladas al año. Sus 71 trabajadores han estado inmersos en un conflicto laboral desde el pasado verano. La causa está en la falta de acuerdo para pactar un nuevo convenio colectivo y la pretensión de la empresa de que trabajaran más horas. Tras 37 días de huelga ininterrumpida, la plantilla decidió el pasado 30 de noviembre volver al trabajo, pese a las reticencias de los sindicatos.
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