- España es un pais basado en el ladrillo y no tenemos, por desgracia, alternativa real a corto o medio plazo.
- En la situación actual, las viviendas siguen sobrevaloradas teniendo en cuenta los salarios reales y la incertidumbre laboral existente. Mientras los precios supongan hipotecas de más del 30-35 % de los ingresos familiares está cruda la cosa, sobre todo con un euribor al alza.
- Mientras el stock exista, la recuperación es muy dificil por no decir imposible, y el lastre de ese stock en las entidades financieras lo pagaremos entre todos a base de comisiones de servicio, tipos de interés o de lo que sea.
- El ahorro de las familias no es suficiente para asumir la parte de la hipoteca que NO se puede obtener.
- Con esos parametros, conseguir un prestamo hipotecario es tarea cási imposible, así que cuanto más alto sea este, peor.
Una vivienda vale lo que alguien está dispuesto a pagar por ella, no lo que queremos que valga. Buena semana a todos.
BANKIA es una de las entidades con mayor agujero inmobiliaro del país, de ahí que conozca a fondo la realidad del sector y que cualquier pronóstico suyo deba, como mínimo, tenerse en consideración.
Bankia, la nueva entidad nacida del matrimonio de Caja Madrid, Bancaja y cinco cajas más, ha puesto todavía más negro sobre blanco el futuro del sector inmobiliario español en un informe de su área de estudios al que ha tenido acceso lainformacion.com.
Bautizado como Mercado de la Vivienda Español, y fechado en mayo de 2011, éste documento concluye que el negocio residencial todavía tiene por delante una larga travesía por el desierto.
De hecho, retrasa hasta 2014 cualquier posible atisbo de recuperación, debido a que el stock de vivienda no se absorberá en su totalidad hasta finales de 2013, y eso en el mejor de los escenarios, es decir, si la situación económica no sigue deterioréndose.
Suma y sigue, porque, para que esa lejana luz al final del túnel llegue en algún momento es necesario que los precios caigan, como mínimo, otro 10%. Y eso que Bankia cifra en un 19,5% el ajuste real de los importes de las viviendas desde 2007.
"Los ratios de accesibilidad a la vivienda se verán deteriorados a lo largo de 2011, dejando a los precios como única herramienta de ajuste entre la oferta y la demanda", señala el informe.
Detrás de esta afirmación se esconde la dura realidad: el paro hace que las familias dispongan de menos recursos para la hipoteca, la crisis financiera ha endurecido drásticamente las condiciones para acceder a estos créditos, mientras que los excesos del pasado y las carencias del presente hacen que todavía haya un stock de hogares sin vender de 700.000 inmuebles.
Pero todavía hay más: el fin de la desgravación por vivienda, la subida del IVA y el actual escenario de subida de tipos dificulta todavía más el acceso a una vivienda.
Necesaria caida de precios
El área de estudios de Bankia ha metido todas estas variables en la coctelera y ha concluido que los precios deben caer, como mínimo, ese citado 10%. Sólo así las familias, con su compleja situación actual, podran destinar un tercio de sus ingresos a pagar la hipoteca.
Éste es el listón máximo recomendado por el Banco de España y la línea que están marcando muchas entidades para conceder financiación, frente al 50% de los ingresos mensuales que se destinaban a la hipoteca en pleno pico de la burbuja.
El problema es que ahora los bancos y cajas son más reacios a conceder estos créditos -la experiencia demuestra que están teniendo que embargar muchas de las viviendas concedidas con esos excesos- y las familias tampoco pueden aspirar a más.
Primero, porque el paro ha hecho que el número de personas ocupadas por hogar caiga a niveles de 1996, según el informe de Bankia, lo que se traduce en una drástica merma de ingresos y poder adquisitivo de los hogares.
Y segundo, porque el actual escenario de subida de tipos de interés obliga a hacer los números de la hipoteca con cautela, ya que el euríbor -indicador de referencia de estos créditos- amenaza con duplicarse en apenas un año.
Bankia, la nueva entidad nacida del matrimonio de Caja Madrid, Bancaja y cinco cajas más, ha puesto todavía más negro sobre blanco el futuro del sector inmobiliario español en un informe de su área de estudios al que ha tenido acceso lainformacion.com.
Bautizado como Mercado de la Vivienda Español, y fechado en mayo de 2011, éste documento concluye que el negocio residencial todavía tiene por delante una larga travesía por el desierto.
De hecho, retrasa hasta 2014 cualquier posible atisbo de recuperación, debido a que el stock de vivienda no se absorberá en su totalidad hasta finales de 2013, y eso en el mejor de los escenarios, es decir, si la situación económica no sigue deterioréndose.
Suma y sigue, porque, para que esa lejana luz al final del túnel llegue en algún momento es necesario que los precios caigan, como mínimo, otro 10%. Y eso que Bankia cifra en un 19,5% el ajuste real de los importes de las viviendas desde 2007.
"Los ratios de accesibilidad a la vivienda se verán deteriorados a lo largo de 2011, dejando a los precios como única herramienta de ajuste entre la oferta y la demanda", señala el informe.
Detrás de esta afirmación se esconde la dura realidad: el paro hace que las familias dispongan de menos recursos para la hipoteca, la crisis financiera ha endurecido drásticamente las condiciones para acceder a estos créditos, mientras que los excesos del pasado y las carencias del presente hacen que todavía haya un stock de hogares sin vender de 700.000 inmuebles.
Pero todavía hay más: el fin de la desgravación por vivienda, la subida del IVA y el actual escenario de subida de tipos dificulta todavía más el acceso a una vivienda.
Necesaria caida de precios
El área de estudios de Bankia ha metido todas estas variables en la coctelera y ha concluido que los precios deben caer, como mínimo, ese citado 10%. Sólo así las familias, con su compleja situación actual, podran destinar un tercio de sus ingresos a pagar la hipoteca.
Éste es el listón máximo recomendado por el Banco de España y la línea que están marcando muchas entidades para conceder financiación, frente al 50% de los ingresos mensuales que se destinaban a la hipoteca en pleno pico de la burbuja.
El problema es que ahora los bancos y cajas son más reacios a conceder estos créditos -la experiencia demuestra que están teniendo que embargar muchas de las viviendas concedidas con esos excesos- y las familias tampoco pueden aspirar a más.
Primero, porque el paro ha hecho que el número de personas ocupadas por hogar caiga a niveles de 1996, según el informe de Bankia, lo que se traduce en una drástica merma de ingresos y poder adquisitivo de los hogares.
Y segundo, porque el actual escenario de subida de tipos de interés obliga a hacer los números de la hipoteca con cautela, ya que el euríbor -indicador de referencia de estos créditos- amenaza con duplicarse en apenas un año.
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