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El Levante es un periodico que no bebe los vientos por el actual equipo de gobierno de la Comunidad valenciana. Está clarisimo, pero no deja de ser cienrta esta noticia (cierta el en fondo, no se si en la forma todos los detalles serán correctos). Lo cierto es que muchas obras de la Comunidad valenciana están si no paradas si bajo mínimos (pero muuuuy mínimos) por falta de fondos, lo que hace que los contratistas disparen sus costes al tener que asumir unos gastos generales mucho mayores debido a esa dilación en los plazos. Aunque a los trabajadores de esos contratistas, especialmente a los equipos que gestionan la obra (Jefes de Obra, encargados, etc) no les viene más porque en muchos casos detrás de esa obra no hay ninguna, y les espera con suerte salir a trabajar a otros paises, y en el peor de los casos el paro.
Si al alguien le parece mal, a mí no. Las cosas hay que pagarlas, o no se hacen. No os perdais un proyecto. Autopista de peaje Valencia-Utiel. ¿estamos locos o que? Menos mal que se ha paralizado.
La asfixia financiera de la Generalitat, que acumula meses de retraso en el pago a proveedores y que incluso está provocando que la nómina de los empleados públicos no llegue a tiempo, tiene otro de sus efectos más visibles en la paralización de obra pública. Sólo en los seis primeros meses de 2011, la administración autonómica ha cancelado 17 proyectos que ya habían sido licitados, principalmente relacionados con carreteras, aunque también se trata de obra hidráulica, como colectores y depuradoras.
Lo cierto es que la política de recortes impulsada por el Consell se aprecia claramente en la evolución de estas "renuncias" a la celebración de contratos. Durante las últimas semanas, como ha ido contando este periódico, el Diari Oficial (DOCV) se ha convertido en un goteo de suspensiones de proyectos puestos en marcha en 2007, 2008 ó 2009 que todavía no se habían adjudicado.
En todos los casos, la Conselleria de Infraestructuras o la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales de la Comunitat Valenciana se muestran transparentes a la hora de justificar la paralización: "razones de interés público" o, directamente, "las limitaciones presupuestarias existentes". No en balde, con estas suspensiones la Generalitat se ha ahorrado alrededor de 65 millones de euros. Aunque dado que la mayoría de estos 17 contratos suspendidos son estudios de impacto ambiental de proyectos que por ahora no verán la luz, el ahorro por las obras que no se ejecutarán es mucho mayor.
Colector norte, la más cara
Por volumen económico, la paralización más importante es la construcción de la prolongación del colector norte de Valencia, en su último tramo entre l'Assut d'Or y el puente de Astilleros. La obra, prevista en casi 46 millones, fue licitada a finales de 2008, y, en opinión de los vecinos de Nazaret, "ayudaría a evitar las inundaciones en el barrio".
También en Valencia, llama la atención la suspensión de la autopista de peaje Valencia-Utiel, que era uno de los proyectos estrella del ex conseller Mario Flores y ha sido cancelado sin ni siquiera llegar a adjudicarse la redacción del proyecto básico. Del mismo modo, tendrá que esperar el nuevo puente con cuatro carriles sobre el Xúquer para mejorar los accesos a Alzira.
En cuanto a Castelló, la obra paralizada de mayor relieve presupuestario es la de la EDAR y el colector de aguas residuales de Borriol. El proyecto fue licitado hace ahora cuatro años por más de cuatro millones de euros.
Con todo, es Alicante, con diez proyectos cancelados, la provincia más afectada. Ocho carreteras y dos depuradoras son las obras que, por el momento, no se pondrán en marcha. El concurso más caro de los que se han anulado allí (4,8 millones) es el referente a las obras de ampliación y tratamiento terciario de la depuradora de Callosa del Segura, que también da servicio a otros municipios de la Vega Baja.
En total, la anulación de estas obras afecta directamente a unas 16 poblaciones.
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