España ya no es un país para centros comerciales. De los recientes tiempos de abundancia de 2007 y 2008, el sector ha pasado al escenario opuesto en sólo un par de años. Así lo piensa también Altarea, la gestora francesa de fondos inmobiliarios, que ha puesto a la venta todos sus activos españoles ante las malas perspectivas existentes para la evolución del sector de los complejos comerciales, según han confirmado a este diario fuentes oficiales.
Tras desmantelar a toda su cúpula directiva en España durante la segunda mitad de 2009, la firma francesa, especializada en la promoción de centros comerciales y oficinas, ha decidido poner fin a su aventura en nuestro país. Esta decisión implica la puesta a la venta de los tres activos con los que contaba: el complejo comercial de San Cugat del Vallés y otros dos proyectos que tiene en fase de desarrollo en la ciudad de Cádiz (Faro Bahía) y en el municipio madrileño de Valdemoro (Airón).
El único de los activos operativos es el centro comercial de San Cugat de Vallés, que Altarea adquirió en 2006 por 110 millones de euros. El complejo con el que la compañía francesa se estrenó en el entonces cotizado mercado español consta de 42.000 metros cuadrados de superficie alquilable que se reparten entre cien locales comerciales. Cuatro años después, las ofertas existentes en el mercado por San Cugat, ¨un buen centro¨, según fuentes del sector, se aproximan a la cantidad original.
Los otros dos activos en poder de Altarea no tienen el mismo atractivo. La gestora francesa decidió probar suerte desarrollando ella misma centros comerciales en distintos puntos de la geografía española (Cádiz y Madrid), aunque su puesta en marcha a lo largo de 2008 terminó chocando con el giro del sector inmobiliario y con la posterior crisis económica, cuyos efectos en el consumo están afectando de lleno a la viabilidad de los últimos centros comerciales en salir al mercado.
Este es el caso del Faro Bahía, 120.000 metros cuadrados que tendrían que estar listos para la primavera de 2011, fecha que no se cumplirá, o el de Airón, con otros 75.000 metros cuadrados que aún no han visto el inicio de sus obras, previstas para el inicio de 2009. La concurrencia de más centros comerciales en Cádiz y la falta de interés de futuros inquilinos, como Hipercor, en el caso de Valdemoro han dado al traste con estos proyectos, que vienen aplazando su construcción durante trimestres.
La decisión de Altarea de abandonar España se consumó con el cambio de toda la cúpula directiva. La salida más relevante fue la de su consejero delegado para España, Christophe Mouton, responsable para la Península desde septiembre del fondo inmobiliario holandés Corio, uno de los potenciales compradores de San Cugat. Junto a él, también abandonaron la firma francesa el director de Operaciones, Roberto Albaizar, el director Comercial, Pedro Pérez, o el responsable de Expansión, José María Telo.
Con más de 600 centros comerciales en todo el territorio, equivalentes a más de 14 millones de metros cuadrados de superficie bruta alquilable, la vorágine de aperturas realizada desde el año 2000 comienza a pasar factura. Algunos operadores han optado por vender algunos activos, otros por deshacerse de sus participaciones y otros simplemente han tenido que cerrar después de no despertar siquiera el apetito de los inversores oportunistas. España ya no es un gran centro comercial.
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