domingo, 17 de octubre de 2010

HOY ES DOMINGO... Y HAY QUE TRABAJAR

Hoy es domingo. Y como todos los días, las noticias del sector no son nada buenas... Incertidumbre respectivo a los datos (de ventas, de precios, de todo.), respecto a la situación económica del país, al empleo... como diría Forges, que país.
¿Realmente está todo así de mal? ¿O esta peor?. Ojalá supiéramos que stock de viviendas nuevas faltan por vender, a que precio se están vendiendo de verdad las viviendas por zona, cuantas se venden al trimestre, que las licitaciones de la administración DE VERDAD se van a ejecutar en el ejercicio, o cuando, y más datos necesarias. ¿Y que hacemos ahora?. ¿Debemos emigrar como en los años sesenta? ¿Hay que seguir en el mercado en España, donde para las empresas constructoras y subcontratistas no hay precio con el que te adjudiquen obras, porque las bajas son brutales, de un 30 % o más,?¿Hay que hibernar la empresa y aguantar?¿Cuantos años? ¿dos, tres, cinco, diez? ¿Podemos hacerlo o no? Igual si, y es una decisión adecuada. O igual no. Y es igual de adecuado.

Podría deciros que saber estos datos es imprescindible para que los que trabajamos en este sector tomemos las decisiones adecuadas. Pero no tenerlos no es excusa de nada. Creo que todos nos hemos acostumbrado a funcionar muy fácilmente. Era tan grande la tarta que por poco que hicieras el pedazo era fantástico, y los márgenes abultados permitían todo tipo de errores. Hasta el más tonto hacia relojes. Hablaba el viernes con el gerente de una empresa del sector, ahora en concurso de acreedores, que me hablaba de que en los buenos tiempos declaraba en el impuesto de sociedades unos beneficios del 12-15 % sobre las ventas, y que otros industriales del sector hacían lo mismo, pero que su margen real era un 25 % sobre las ventas.

Valía todo. No necesitábamos tener un control de los costes férreo, los errores a la hora de redactar los presupuestos no eran problema, las desviaciones durante la ejecución de la obra se asumían sin más, porque el margen lo compensaba todo. Y ahora se quejaba de que no le salían los números. Pues claro. Ahora hay que trabajar el doble para ganar la mitad. Hay que reducir costes de todos los departamentos, incluso administración y financiero también, que no se por si por su proximidad a la gerencia o por que se saben todos los chanchullos siempre se libran, y su coste es insostenible si nuestra facturación baja un 50 %. Hacer un ERE del 50 % de la plantilla de producción y mantener el 100 % del personal de oficina es suicida. Hay que acertar con los números, hacer bien los presupuestos, y si algo se desvía encarrilarlo pero ya. No hay margen de error. Ya no hay sueldos estrella, ni márgenes de dos dígitos. Hay que acertar. Y como dijo Mark Twain, “que la inspiración tiene que pillarte trabajando”
Para salir del hoyo hay que trabajar y mucho, reducir todos los costes aunque sea doloroso, y ahorrar hasta en los clips de la oficina. Y lo que no sea eso es lanzar balones fuera, echarle la culpa a Zapatero/El Ayuntamiento/el promotor/Hacienda o al Barça. Eso no soluciona nada. Nadie nos va a sacar las castañas del fuego si no es trabajando, y los tiempos pasados no van a volver.
Cuanto antes nos hagamos a esa idea, mejor. Quien tarde mucho más llegará tarde, y cuando el sector vuelva a su cauce , que ocupará, según algún sindicalista honesto, que los hay, a la mitad de empleados que antaño. En que mitad queremos estar...?

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