martes, 8 de febrero de 2011

La Unión lleva su cemento al Congo y planea una planta en Brasil

Otra noticia de expansion de empresas que salen al exterior. El grupo valenciano Cementos la Union, que ya tiene plantas en Egipto, Chile y República Dominicana, ha comprado un silo en el país africano para introducir allí parte de su producción generada en España y planea una molienda en el país carioca.
Si hay un producto cuya evolución está directamente ligada a la construcción, ése es el cemento. Con una caída del consumo a casi la mitad en el mercado español en los últimos años, la actividad en el exterior se ha convertido en algo más que una prioridad para el grupo Cementos La Unión. La empresa valenciana, que cuenta con una factoría de clínker –cemento semielaborado– en Egipto y moliendas para producir cemento final en Chile y República Dominicana, busca ahora cómo dar salida a los excedentes de sus moliendas en Ribarroja (Valencia).
El grupo valenciano, controlado por la familia Bertolín y varios directivos y profesionales del sector, ha puesto sus ojos en Congo. La firma ha adquirido un silo en el país centroafricano, a través del que introducirá su cemento final en ese mercado. “Con esta instalación buscamos garantizar unos mínimos de producción en la planta de Ribarroja para hacer frente a la caída de la demanda en España, que se sitúa en casi el 50%”, señala Ricardo Vela, director general del grupo.
Las instalaciones de Ribarroja cuentan con una capacidad productiva de 2,2 millones de toneladas anuales de cemento y emplean a casi 120 trabajadores. La matriz española facturó 95 millones de euros en 2009, un 37% menos que dos años antes, cuando España era el primer consumidor europeo de cemento.
El mercado africano no es la única zona emergente en que ha fijado sus ojos la empresa valenciana. Cementos La Unión opera en la República Dominicana a través de Cementos Santo Domingo, en la que participa junto a socios locales al 50% desde el año 2007. Un año después también se instaló en Chile, en este caso a través de la firma Cementos San Juan que posee una molienda en la que invirtió 20 millones de euros.
Cara y cruz: Brasil y Francia
El otro mercado sudamericano en que el grupo valenciano quiere instalarse es Brasil. “Hemos solicitado ya varias licencias para moliendas, hemos conseguido ya una y estamos a la espera de otras tramitaciones. Aún no hay una inversión decidida y aprobada por el consejo de administración”, comenta. Según la prensa brasileña, el grupo español promueve esta instalación a través de PG&A Empreendimentos en el Puerto de Suape, a unos 60 kilómetros de Recife, y con una inversión de 80 millones de reales –34 millones de euros–.
Todo lo contrario que en Europa, donde la crisis también le ha llevado a paralizar sus planes de instalar tres moliendas previstas en puertos de Francia.
La crisis en Egipto no paraliza su planta
Cementos La Unión es uno de los principales inversores españoles en Egipto y el primer valenciano, después de que su participada Arabian Cement Company destinará 250 millones de euros a una fábrica de clínker que lleva operativa desde 2008. Una producción que se dirige íntegramente al propio país árabe, que atraviesa un momento político y social muy convulso. Pese a las imágenes de manifestaciones y revueltas en El Cairo, la factoría de Ramliya, cerca de Suez, no ha parado su actividad aunque “durante la semana pasada se ha notado una bajada de ventas, porque ha habido problemas para conseguir dinero con el cierre de los bancos”. Además, los directivos españoles del grupo continúan en sus puestos allí, aunque sus familias sí han regresado a España.

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